Información y entretenimiento para el fumador verde
Es una solución al desempleo. Un trabajo. Una persona encargada de hacer las cosas más lentas, de abrir una brecha más grande. Si todo queda al alcance el día se acabará en menos de un segundo. No habrá tiempo para justificar los sueldos. No. Por favor, siga los pasos. Tenga suerte. Los pasos se duplican, se triplican, se cuatruplican. Agradezcan a sus padrinos. Una cura al desempleo de una masa inepta.
Iba a ser. No te alarmes, igual se puede rescatar, está aquí; iba a ser, pero es. Una tonelada de oro desapercibida como premio de consuelo. Los niños no buscan más allá de los mapas. Iba a ser, pero una bomba atómica implosionó en el instante en que el diafragma iba a…¿qué iba a hacer?
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Una fotocopiadora funciona desde antes de que tus padres estén haciendo el amor. Todos somos sedados con la música, el himno nacional, las fiestas, los conciertos, los centros comerciales, etc. El vacío no envenena, se convierte en un desierto en el que todos los vivos podemos bailar.
Tengo hambre. Tengo hambre. Silencio. Tengo hambre. Plástico y jugos digestivos; amigos por obligación. Las posibilidades se cocinan en un mundo invisible, inoloro, incoloro, imperceptible.
Tengo hambre, tengo silencio, tengo muerte. No. No es hambre. Silencio. Es un agujero negro cuyos extremos son mi boca y mi ano.
El puente se ha quebrado y nadie lo puede componer. Somos un parpadeo. Una caída que en algún punto empezó a parecerse a una competencia. «Yo gané» grita el señor mientras es devorado por una mandíbula de cemento y metal.
Una operadora de algún call center en el tercer mundo presenció la muerte de su celular. Más allá de lo catastrófico del hecho, le sorprendió notar que sus manos, piernas y cuerpo en general se desmaterializaban a medida que su celular perdía todo rastro de vida. La agonía mutua fue eterna. Al final, el celular y la operadora desparecieron juntos en la misma nube de polvo que levantó la señora de la limpieza al siguiente día mientras hacía su trabajo.
El periodismo…Te sientas frente a un río y no miras la corriente ni su contexto, sino que te pones a tratar de agarrar todas las gotas posibles. Pero hay que hacerlo rápido, porque vienen más gotas y la idea es que no se te pase ninguna gota sin agarrar.
¿Qué haces aparte de agarrar las gotas?
Este…escribes cómo se veía la gota.
¿Pero si la gota presentaba indicios de bipolaridad, si parecía que le gustaba el cine o si parecía tener un alma más grande que las manos que la sostenían?
Te olvidas de eso, sólo hay que escribir cómo se veía, lo demás no importa.
Y así vivimos frente a las gotas, pero no frente a las verdaderas gotas, sino sólo ante cómo se ven las gotas. ¿Pero hay algo más que lo que vemos? No sé, en todo caso, en algunas ocasiones el periodismo hace cosas interesantes, se queda en una gota y explota.
PD: Las gotas, si no se las saca del río, serán una parte del río y mirar una gota será un intento inocente por hacer algo absurdo: entretener.
Una vez quise mandar una carta explicando la situación, pero al momento de concebir mi intención los hechos habían cambiado. Después quise tratar de establecer qué era lo que había aparecido y usurpado el puesto de lo anterior, pero apareció otra cosa diferente. Este proceso se multiplicó y tengo la sospecha de que existía desde antes de que yo lo notara. En todo caso me preparé para la lucha contra el que hacía esto. Después de una lucha y muchas consecuencias la desilusión fue un resultado inevitable. Unos momentos después me percaté de toda la comedia humana y no humana tenía sus cimientos en un carnaval desapercibido y eterno. Esto me pareció algo cruel, ya que la vida nunca me dio risa.
Se supone que todos tenemos o buscamos en algunos momentos un apoyo. Así se supone que la sociedad se construye con una ayuda mutua, que si no se ofrece se puede buscar, y que tiene por función asegurar el bienestar de todos sus miembros. Suena tranquilizante, al menos a primera vista, pero esta afirmación generalizada tiene su caliche*. Si todos nos apoyamos en alguien, la sociedad se transforma en una fila kilométrica de fichas de dominó y todos sabemos que las fichas de dominó no son infinitas. Entonces si alguien busca apoyo en otro cuando cae, necesita de la estabilidad del otro para no caer, pero ¿quién nos asegura la estabilidad del otro? Pues la asegura un otro que también necesita de la estabilidad de un otro para no caer. El resultado se resume en una frase de Píndaro (parafraseo): Todos vivimos bailando en el filo de una navaja.
*En mi país «caliche» es un término que se utiliza para aludir a los agujeros que se hacen en los globos de aire.
Tranquilo señor. Usted es libre y gracias a esa libertad que con tan bondadoso esfuerzo nuestros antepasados buscaron es que usted finalmente tiene la posibilidad de ser un cuadrado. Sí, quizás usted tenga otra forma, pero descuide los cuadrados pueden capturar y cercenar todo. Así que relájese, déjese llevar libremente por sus ambiciones económicas y colóquese dentro de un cuadrado. Es cierto, quizás en algún momento de su vida tal vez el cuadrado le pueda ganar y asfixiarlo, pero tenga en cuenta que el cuadro igual se verá muy bonito.
Cannábica 
